por

La gestión forestal de pequeños propietarios de la cornisa cantábrica es estratégica para FSC España

El sello facilita la evaluación y seguimiento de este tipo de montes.

FSC España considera estratégica la gestión forestal responsable de los pequeños propietarios privados del norte de España, coincidiendo con el Año Internacional de los Bosques.

 

El sello que promueve, sello FSC, cuenta con una modalidad adaptada a este tipo de extensiones de monte productivo, certificación SLIMF (Small and Low Intensive Managed Forest), que bajo estrictos criterios ambientales, sociales y económicos, simplifica el proceso de las auditorías.

 

Además, la certificación forestal FSC posibilita a los pequeños propietarios organizarse en grupo, haciendo que los trámites sean todavía más sencillos.

 

Todo esto se ha dado a conocer en una jornada que FSC España ha celebrado en Cerdido (A Coruña), en la que han participado más de 50 propietarios y empresas forestales, y trabajadores de las Administraciones local y autonómica.

 

La ha inaugurado Alberto Rojo Alboreca, representante de la Junta Directiva de FSC España, quien cree «imprescindible e ineludible seguir avanzando, sin paliativos, en la certificación forestal FSC de montes productivos de pequeños y medianos propietarios forestales gallegos».

 

Y ha concluido solicitando «el necesario apoyo de la Xunta de Galicia».

 

Alberto Rojo ha estado acompañado de Shoana Humphries, directora de Política Social de FSC Internacional, quien ha anunciado en primicia «que el sello FSC incluirá una declaración específica para que el consumidor sepa que el producto que ha adquirido procede de bosques gestionados por pequeños propietarios».

 

Y de Francisco J. Fernández González, presidente de la Asociación de Productores de Madera de Cerdido (PROMACER), integrada por 600 pequeños productores forestales de la comarca de Ortegal (norte de la provincia de A Coruña), quien apuesta «decididamente por la certificación FSC como herramienta para una mejora real de la gestión forestal y así lograr la distinción más demandada internacionalmente en el mercado de la madera».

 

Dicha jornada se enmarca en el proyecto «Acercando la Certificación Forestal a los Pequeños Propietarios», que FSC España ha impulsado en colaboración con la Fundación Biodiversidad y la entidad de certificación, NEPCon.

 

Proyecto que ha presentado, a continuación, Pablo López Abelenda, delegado de FSC España en Galicia, porque «está posibilitado estudiar la viabilidad de la certificación forestal FSC en los montes gallegos con vocación productora a pequeña-mediana escala».

 

Y ha puesto en valor la oficina que FSC tiene en Galicia que espera «se consolide», dado que «ha servido para que FSC España sea más cercana a propietarios y empresas forestales de un ámbito geográfico con gran potencial».

 

Le han sucedido Marcos Rivas Silvosa, ingeniero de Montes de la empresa ASEFOR SL, quien ha explicado el potencial de la modalidad de certificación SLIMF y en grupo, que dada la realidad de propiedad forestal en Galicia, considera como «indudablemente la más adecuada para obtener la certificación forestal FSC».

 

Y Leticia Calvo Vialettes, coordinadora de Certificación de Gestión Forestal y Cadena de Custodia de NEPCon, quien ha cerrado el acto explicando las posibilidades que también ofrece a los propietarios forestales otra modalidad de certificado, SmartLogging, para empresas de aprovechamiento forestal.

 

Este supone «un plus al certificado FSC de cadena de custodia, que es el que se emplea para las empresas de transformación, fabricación, distribución y comercialización que trabajan con material forestal. Y que facilitaría la certificación FSC a los propietarios forestales».

 

La certificación FSC es un proceso de evaluación al que se somete de forma voluntaria un bosque o empresa de transformación, fabricación, distribución y comercialización de los productos forestales, realizado por una tercera parte independiente (entidad certificadora).

 

Este proceso culmina con la obtención del sello o certificado FSC, que es el que asegura a los consumidores gallegos el origen de los productos que adquieren y por tanto, un aval en la conservación de los montes de Galicia.