Después de más de un año conviviendo con la pandemia provocada por la Covid-19, los estudios acerca de la transmisión de este coronavirus son numerosos, y aunque los aerosoles que emitimos son la principal causa de su propagación, las superficies que nos rodean también mantienen al virus activo.
Los trabajos científicos en los que se mide la persistencia del coronavirus en distintas superficies siempre sitúan a la madera como uno de los materiales donde el virus sobrevive menos tiempo en comparación con otros como el vidrio o el acero. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera (ASOMA) informan que estas propiedades forman parte de la lista de ventajas poco conocida que tiene el mobiliario y la carpintería de madera, aunque advierten que es importante estar al tanto de las recomendaciones de la OMS para evitar la sensación de falsa seguridad en los aspectos que tienen que ver con la higiene.
Las primeras semanas de convivencia con la pandemia que generó a nivel mundial la Covid-19 plantearon un sinfín de cuestiones acerca de la seguridad en nuestro hogar y la posibilidad de que el virus estuviese activo en las superficies donde desarrollamos nuestra vida cotidiana. Desde entonces, los estudios de persistencia del virus en superficies y de su propagación a través de éstas son variados, pero registran un denominador común: la madera admite durante un tiempo menor que el coronavirus siga activo, respecto a otros materiales como el metal, el plástico o el PVC. Hace justo un año, el trabajo de The Journal of Hospital Infection fue de los primeros y que más repercusión tuvo al respecto. En él se podía ver que el SARS-CoV persistía en la madera cuatro días, mientras que, bajo las mismas circunstancias, en el metal duraba hasta un día más.
Casi mes y medio después, en el estudio de The New England Journal of Medicine se exponían los tiempos de actividad del SARS-CoV2 en diversos materiales y los ponentes señalaban que la estabilidad de ambos coronavirus era similar bajo las condiciones experimentales por lo que el SARS-CoV2, que provoca la Covid-19, permanecía tiempos similares a su predecesor y daba más importancia al primero de los trabajos reflejados de manera masiva.
Otro de los estudios al respecto fue publicado en The Lancet y mencionado por el Ministerio de Sanidad de España; en uno de sus reportes de comunicación técnico-científica indica que «A 22 ºC y 60% de humedad, se deja de detectar el virus tras tres horas sobre superficie de papel (de imprimir o pañuelo de papel), de uno a dos días cuando lo aplican sobre madera, ropa o vidrio y más de cuatro días cuando se aplica sobre acero inoxidable, plástico, billetes de dinero o mascarillas quirúrgicas».
Tener claras las características del mobiliario y carpinterías que nos rodean y conocer el material científico generado sobre la permanencia de los virus en ellos puede ayudarnos a tener clara la incidencia de una buena limpieza y evitar la falsa sensación de seguridad
Todos estos datos señalan a la madera como una materia prima más recomendable que otras para mantener nuestro entorno hogareño más limpio y saludable. Preguntado por este asunto, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera (ASOMA), Oskar Huidobro, ofrece un punto de vista cauto con estos datos: «Sabíamos de los estudios y de las propiedades antisépticas de los acabados en madera, pero hay que tener precaución. No por tener la mayor parte de nuestro entorno con madera estamos a salvo. La higiene es importante en nuestra vida diaria, no sólo por el coronavirus”, opina y añade: «En ocasiones el exceso de información puede hacernos daño con una sensación de falsa seguridad, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que nuestra mayor preocupación con respecto a la Covid-19 debe de estar en los aerosoles».
El aviso de la OMS al que se refiere Huidobro se produjo en el mes de mayo del año pasado, cuando el citado organismo reconocía que el contacto físico cercano y los aerosoles que emitimos al hablar es la principal vía de contagio. Además, a medida que avanza el conocimiento sobre el coronavirus que mantiene viva la pandemia de Covid-19, los expertos confirman que una buena higiene de manos y unas medidas de limpieza habituales en casa deberían bastar para tener cubierta esa parte de las precauciones. Aunque es cierto que, si bien la mayoría de los contagios se producen por vía aérea, no se descarta que los objetos puedan ayudar a la transmisión del coronavirus. De ahí la importancia de lavarse las manos y mantener los lugares que usamos higienizados.
Independientemente de lo que dicen los estudios, es sabido que la madera siempre ofrece una resistencia mayor que el plástico o el acero inoxidable o el propio dinero. La temperatura y la humedad relativa del ambiente también son factores que influyen en la permanencia del virus en superficies
«Hay afecciones respiratorias que tienen que ver con las humedades persistentes en casa, la falta de un aislamiento adecuado en las ventanas nos puede hacer tener demasiada humedad o frío en el hogar, algo que también repercute en la salud. Otro punto que a menudo nos pasa desapercibido y es capital en nuestra vida es el descanso: el exceso de ruido genera desórdenes en nosotros. En los laboratorios la madera puede arrojar mejores resultados que otros materiales en lo referente a la persistencia del coronavirus, pero en lo que es extraordinariamente eficaz es en generar las condiciones de confort necesarias para no caer en deficiencias que a la larga se pueden convertir en problemas de salud», concluye Oskar Huidobro.
Mientras los estudios en torno al SARS-CoV2 siguen aumentando y el mundo científico comprende mejor su funcionamiento y contagio, el aporte silencioso de la madera en la asepsia de nuestro hogar parece un hecho probado. Además, los distintos acabados y perfilados de la madera en ventanas, paredes o muebles pueden acrecentar las prestaciones inherentes al material, ya que en las últimas décadas el tratamiento de la madera ha potenciado sus principales cualidades y no sólo han abierto el abanico de uso, también las posibilidades de aprovechamiento y confort reportado.
ASOMA
ASOMA está integrada tanto por fabricantes industriales de ventanas de madera, como por fabricantes y proveedores de elementos constructivos y servicios integrados en el ciclo de fabricación.
El principal objetivo de la Asociación es fomentar la ventana de madera como un elemento de alta calidad, que cumple perfectamente los requisitos del Código Técnico de la Edificación.
Uno de los valores principales de ASOMA, y por extensión de sus socios, es el compromiso por el medioambiente. La madera utilizada por los fabricantes de ventanas integrados en ASOMA es de procedencia legal, justa y contrastada por certificación de Cadena de Custodia, aparte de por otros sellos de carácter voluntario o local, que aúnan calidad con seguridad en la procedencia.
Pero si la madera está pintada con productos sintéticos que son la inmensa mayoría de los acabados y no vegetales o naturales, será lo mismo que una superficie de plástico; al igual que el polvo, que se adhiere mucho más sobre este tipo de superficies sintéticas. Desde la bioconstrucción tenemos experiencia de ello y propugnamos materiales naturales sobre las superficies.