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Lievore diseña con frondosas norteamericanas

La cuna “Tamawood” y el galán de noche “Iseo”, del diseñador Alberto Lievore, han sido realizadas en madera de roble rojo estadounidense.

CUNA TAMAWOOD

 

Probablemente no haya forma que signifique mejor el origen que la ovoide: la primera célula, la primera semilla, el vientre materno.

 

Por otra parte, seguramente no haya mejor síntesis formal de un contenedor que la cáscara de un huevo: la menor superficie para la mayor resistencia. Asimismo, nada expresa mejor la ternura y la fragilidad de lo que guarda.

 

Este es el origen conceptual de la Tamagó* (* huevo en japonés), cuna para los primeros meses de la vida de un bebé. Y hablando de orígenes, ¿qué material ha acompañado y servido en lo más elemental a nuestra especie en su nacimiento y desarrollo? La madera. Tantos siglos de convivencia han creado un vínculo tan cercano como entrañable con ella. De aquí surge el deseo del diseñador de subrayar el concepto de origen realizando la cuna en madera. Tamawood.

 

Para su realización Lievore ha escogido roble rojo estadounidense, por su nobleza y expresividad y la tecnología de última generación «bendywood» para el doblado de la madera como si fuese un metal, que permite obtener objetos bellos e imposibles de realizar con métodos tradicionales.

 

GALÁN DE NOCHE ISEO

 

Ante las escasas propuestas «amables» del mercado para galanes de noche, dado que la mayoría de la oferta es más bien de líneas duras, surge Iseo.

 

Inspirado en los signos de escritura japoneses, surge este galán, pieza escultural realizada en roble rojo estadounidense, que permite resaltar la riqueza de la madera. No se impone pero sí tiene presencia estética evidente. La síntesis y la aparente arbitrariedad formal devienen en equilibrio natural, símbolo y caligrafía de la función de soportar una prenda en el espacio.