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2021, otro año positivo para SALVAMAC

Las personas, en el centro.

Todos los indicadores crecen, confirmando la validez de las estrategias adoptadas para hacer frente a los cambios económicos y estructurales que se han producido en muchos mercados.

Para Salvamac, que acaba de cumplir años, es el momento de hacer un balance de una larga e intensa historia industrial. Una empresa que hoy aprovecha todas las oportunidades, quizá también buscando un nuevo «enfoque social”…

«Tras un 2019 de récord y un 2020 que se cerró con un crecimiento extraordinario, no esperábamos satisfacciones similares en 2021”, comenta Christian Salvador, en el balance preliminar, los datos del grupo multinacional del que es copropietario, especializado en la producción de maquinaria para la madera. «Seguimos en la senda que nos habíamos marcado -continúa- trabajando para consolidar nuestra presencia en muchos mercados y experimentar con nuevas oportunidades donde somos menos conocidos. Y los resultados no han faltado, permitiéndonos cerrar un importante trienio, en el que hemos acompañado el crecimiento de la facturación y de las máquinas producidas con una «puesta a punto» de la organización de la empresa.

Porque vender más requiere producir más, dando cada vez más certezas en términos de servicio, la capacidad de garantizar la continuidad y la calidad en la relación con los clientes y revendedores. En Europa, el crecimiento ha sido posible gracias a la adquisición de nuevas cuotas de mercado, a lo que se ha sumado la consolidación de la presencia en el Reino Unido, un mercado con importantes resultados en los últimos años y que este año -gracias también a la apuesta por una arraigada presencia «in situ»- ha permitido a Salvamac tener una ventaja.

Nuestro sector es cada vez menos rentable y, a su vez, pide cada vez más inversiones y una originalidad que creo que a veces falta. Todo el mundo habla de innovación; la originalidad es un concepto diferente, significa ser diferente no sólo en el producto sino también en las ideas, en la forma de tratar, en los aspectos humanos. Ver el negocio no sólo como un acero recubierto con unos circuitos electrónicos y unos cables, sino poniendo a las personas por delante de todo, algo que cada vez se percibe menos. Y, en mi opinión, las relaciones humanas y la ética tendrán más importancia que en el pasado».

EL FUTURO PRÓXIMO: LAS PERSONAS EN EL CENTRO

Christian continúa: «En más de 20 años de experiencia en este negocio, he tenido una satisfacción increíble. Creemos firmemente en las relaciones humanas: nuestro cliente no es un número de serie, sino una persona con un nombre y unas necesidades. Deben estar satisfechos y contentos con nuestras máquinas para poder sonreír. ¡Las personas deben estar en el centro de todo!
Digamos que, a diferencia de muchos otros, ¡nos levantamos y asumimos la responsabilidad de lo que hacemos! Tenemos que creer en lo que hacemos, y tenemos que combinar esa pizca de emoción con una gran dosis de cálculo e inteligencia; pensar como si fueras una multinacional gigante pero tener la agilidad necesaria para moverte muy rápido. Porque no siempre los peces grandes se comen a los pequeños; a veces los rápidos se comen a los lentos… y para los próximos meses, ¡tenemos noticias increíbles!»