Tras comprar a Maesma la moldurera Powermat 1000 de Weinig, SIFER viene produciendo unas molduras con una calidad muy alta, gracias a que trabaja con un régimen de revoluciones alto, ajusta las cuchillas con el sistema Opticontrol y afila las mismas con una Rondamat. De esta forma, la herramienta siempre le va a ofrecer un acabado exquisito.
Sin embargo, toda cuchilla es susceptible de dejar en la madera una mella, cuando se deteriora o desafila y, si este deterioro no es advertido a tiempo, en longitudinal, esa mella puede generar en la moldura pequeña imperfecciones, sólo perceptibles para los más exigentes.
«Esa imperfección significa para SIFER un inaceptable deterioro de la calidad que deseamos para nuestro producto -afirma Felipe Fernández, gerente de la firma burgalesa-. Para obtener un acabado mejor, y sobre todo para dar un primer acabado de fondo antes de aplicar barniz, hemos adquirido una lijadora Loewer con cepillos, con la cual podemos lijar molduras, sin tener que estar cambiando muelas de lijado, como ocurría con las lijadoras antiguas».
Así, no hay que tener una muela de lijado para cada moldura diferente, sino que el cepillo se adapta a las diferentes molduras. Los cepillos tocan toda la pieza, y quitan cualquier imperfección que las cuchillas hayan podido generar, por pequeña que sea. Además, el lijado permite la apertura del poro para la aplicación de la primera capa de barniz.
«Esta máquina es idónea para las molduras perfiladas -añade Felipe Fernández-, pero para las molduras con superficies planas, donde los defectos se aprecian más, hemos adaptado una calibradora que planifica la pieza con un golpe de lija de banda y predispone a la moldura plana para la aplicación posterior de una capa de fondo. Esta solución es preferible en este caso al cepillo, que no es tan abrasivo.»
Esta lijadora de banda incorpora un segundo grupo que admite un cepillo o un cabezal de rusticado, ideal para erosionar la fibra de la madera, en los casos en que el cliente lo requiera.
Ambas lijadoras Loewer han sido instaladas por MAESMA en línea con la moldurera. De esta forma, todas las molduras que salen de la Powermat 1000 son lijadas a su salida, con un acabado perfecto y preparadas para la aplicación del fondo.