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VARGAS da un nuevo salto de calidad con su nueva Hydromat 3000 de WEINIG

Suministrada y puesta en marcha por MAESMA WOOD TECHNOLOGY.

En el año 2005 ESTUCHERÍA VARGAS inauguraba una potente línea de deshilado y cepillado de madera, que incluía una moldurera WEINIG de alta velocidad. En 2015 se sumaba a esta línea un escáner y dos optimizadoras DIMTER, que permitió a la firma de Haro customizar el producto. “El resultado fue fantástico, había que repetir con WEINIG”, afirma Antonio Vargas, gerente de la prestigiosa empresa de Haro.

Ander Sarceda, técnico comercial de MAESMA (a la izda.), con Esteban Vargas, responsable del departamento técnico industrial en VARGAS.

El pasado año VARGAS encargó a MAESMA WOOD TECHNOLOGY la renovación de aquella moldurera, por un modelo equipado con más grupos, una Hydromat 3000, que ya registra mayor rendimiento, mejores acabados y menor consumo de energía. Durante el pasado verano se procedió a la sustitución de la máquina y a la puesta en marcha de la línea, que resultó ser un éxito. “Hemos notado una mejoría en la calidad del cepillado de las tablas -comenta Esteban Vargas, responsable del departamento técnico industrial en la prestigiosa firma riojana-. Una vez más, damos un salto de calidad para diferenciarnos en el mercado con nuestra estuchería de madera”. 

La Hydromat 3000 se distingue por su robustez y capacidad de rendimiento, garantizando a ESTUCHERÍA VARGAS una plataforma idónea para poder satisfacer las duras exigencias del trabajo cotidiano en varios turnos.

“Confiamos absolutamente en el asesoramiento de MAESMA -coinciden los hermanos Vargas-. Es nuestro ‘partner tecnológico’. Siempre que les planteamos nuestras necesidades están ahí, respondiendo con rapidez y eficiencia. Nos suministran lo que necesitamos, ni más ni menos. Conocen lo que estamos haciendo aquí, igual que cualquiera de nosotros, y agradecemos mucho que regularmente nos presenten posibilidades de mejorar y progresar”.

Con la nueva moldurera, VARGAS está obteniendo una calidad de cepillado de la madera espectacular. “Lo bueno se ve, el cliente lo nota inmediatamente -concluyen-. Incluso sin entender del tema, cualquiera aprecia la calidad a simple vista. Y muchos están dispuestos a pagar un poco más por los productos que son mejores”.