por

Javier Torres, Director de BONA Iberia: “La restauración es ya el motor que mueve a nuestro sector»

En el mercado español del suelo de madera, ha llegado la demanda de productos especiales, de los acabados de alta calidad y personalizados, de los mejores profesionales instaladores y de soluciones respetuosas con el medio ambiente.

La restauración predomina sobre la obra nueva. Bona Iberia afirma que es su momento.

 

Tras 17 años de actividad en la Península y cuatro años en sus nuevas instalaciones de calle Pitágoras, en el polígono San Marcos, en Getafe, Bona Iberia ha consumado su difícil tarea inicial de introducción de productos muy innovadores en España, como eran los barnices al agua. «Fueron años muy duros -reconoce el actual Director General de la empresa, Javier Torres-, pero la recompensa ha llegado. Había un proyecto muy concreto, marcado por una multinacional presente con éxito en más de 50 países, con un objetivo claro: sacar lo mejor de cada suelo de madera.»

 

Logrado aquel objetivo, ¿en qué se basa la estrategia actual de Bona en España y Portugal?

 

Hemos avanzado muchísimo, aunque nos queda también una larga tarea por realizar. A nivel profesional, venimos desarrollando una intensa labor de educación, formación y divulgación. No escatimamos en medios de preparación y soporte de ventas para distribuidor y parquetista.
Somos expertos en suelos de madera, y creemos que podemos aportar soluciones de futuro a industriales, instaladores

 

¿Ha puesto la crisis una zancadilla a esta brillante trayectoria?

 

La crisis que vive la Península Ibérica, de todos es sabido, es muy profunda y está siendo muy larga. Nadie ve aún la luz al final del túnel. En España estamos sufriendo los efectos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y las cuotas actuales de construcción nueva son ridículas. A esto tendremos que acostumbrarnos durante muchos años, hasta que se consolide una nueva base sobre la cual, algún día, se reactive ese sector.
Ante la crisis, Bona acometió una reorganización de la empresa para tratar de ser más competitivos y salir reforzada de ella. A la vez, hemos apoyado aún más a nuestros clientes para ayudarles a generar mayor valor añadido a cada una de sus gestiones. Día a día, también el consumidor final es consciente de que existen soluciones innovadoras y respetuosas con el medio ambiente para sus pavimentos de madera.

 

¿También apuesta Bona Iberia por la rehabilitación y la reforma de cara al futuro?

 

La restauración es ya el motor que mueve y moverá a nuestro sector por muchos años. Para acometerla con garantías, se precisa una mano de obra especializada, un trabajo bien finalizado (sin las prisas y urgencias de la obra nueva) y, por supuesto, la utilización de productos de mayor calidad y menor impacto ambiental.

Igualmente, los pocos proyectos nuevos que se acometen son también interesantes, porque todo viene ya marcado por una normativa y unos criterios de sostenibilidad, desde la prescripción.

En este escenario, a pesar de la crisis, Bona Ibérica se siente optimista y, como siempre, con muchas ganas de trabajar por modernizar su sector.

 

La nueva normativa sobre emisiones de COVs ha venido a darles la razón…

 

El cambio de legislación en torno a la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COVs) significa un espaldarazo a la lógica y, por ende, a la política de respeto al medio ambiente y de apuesta por la sostenibilidad del planeta que sostiene Bona desde su nacimiento. Sin embargo, en España se incumple en gran medida la nueva normativa y estamos «en pañales» respecto a los países más avanzados en materia medioambiental. Con casi 100 años de know how a sus espaldas, Bona continuará tendiendo la mano a aquellos profesionales que también apuestan por utilizar productos y sistemas ecológicos en sus suelos de madera. Nuestro compromiso con la Naturaleza es irrenunciable: no fabricamos barnices ni adhesivos en base disolvente, y nuestras máquinas para lijar incorporan sistemas de contención del polvo. Bona está a la vanguardia de la sostenibilidad, por nuestros productos, nuestra filosofía y la acción diaria de cada empleado de la compañía.

 

Bona es conocida mundialmente por sus barnices para suelos, pero ésta no es la única familia de productos que oferta al mercado…

 

Efectivamente, fabricamos otros muchos productos para ayudar a la correcta fabricación, instalación y mantenimiento de los suelos de madera. Además de los barnices UV para que el fabricante de parquet y tarima pueda terminar su producto en planta, hemos desarrollado barnices al agua para que el instalador garantice a su cliente una protección completa de su pavimento de madera, sin que éste pierda su aspecto natural y la resistencia contra el desgaste, así como máquinas de lijar, dotadas de sistemas de contención de polvo, y sus abrasivos correspondientes, adhesivos que aseguran una perfecta fijación y, a la vez, la elasticidad deseable y, por último, como es de sobra conocido en el mercado, contamos con soluciones para el cuidado y mantenimiento de los suelos de madera, tanto para el profesional como para el particular.

 

¿Cómo está afectando el bajón de actividad al segmento concreto de la maquinaria?

 

Gran parte del parque de maquinaria estaba trabajando en la obra nueva, que hoy no existe. Efectivamente, hay mucha máquina parada. En su mayoría, se trata de máquinas obsoletas que no están preparadas para el presente y futuro de reparaciones y restauraciones que empezamos a acometer. La restauración exige trabajos perfectos, impecables, que requieren máquinas precisas, que no generen polvo, suciedad e incomodidades al cliente. Con la maquinaria de Bona podemos hacer una reparación y rehabilitación, libre de polvo, de cualquier suelo de madera, interior o exterior, alargando su vida, en pocos días y sin necesidad de deshabitar el inmueble. Incluso es posible modificar el acabado, si se desea, acompañando a las tendencias de diseño vigentes en el mobiliario.

 

¿De qué herramientas dispone Bona para acercar a profesional y particular su conocimiento y oferta?

 

Contamos con una web completamente renovada, abierta e interactiva, complementada con información, consejos y demostraciones en Youtube y en las principales redes sociales. Hemos dado a nuestro escaparate un tono divulgativo, con un tono divertido que intenta hacer amena a nuestro visitante la respuesta a su inquietud sobre la instalación o cuidado de su suelo de madera.
Seguimos presentes y activos en las principales ferias y exposiciones de los segmentos de la construcción, la carpintería y la decoración, en contacto permanente con prescriptores, diseñadores e interioristas. Hemos adoptado una actitud proactiva con todos ellos.

 

¿Ha calado en el consumidor la importancia de conservar y mantener su suelo de madera adecuadamente?

 

Quien quiere madera sabe que disfrutarla conlleva un esfuerzo de mantenimiento que, realizado de la forma indicada y con productos de calidad, le asegura un pavimento eterno y de insuperable belleza y confort.
Ahí Bona también ha tenido que trabajar duro frente al absoluto desconocimiento que existía sobre la materia. Igual que un coche, una moqueta o una caldera, el parquet y la tarima precisan de un mantenimiento correcto. En la madera hay cosas que no se deben hacer, como aplicar agua, igual que no echaríamos agua al depósito de nuestro automóvil. El primer artículo de Bona, lanzado al mercado hace más de un siglo por su fundador, fue un producto para el mantenimiento de la madera. Por tanto, tenemos una experiencia enorme en este campo.

 

Bona es miembro de AFPA y también de la FEPM; principales patronales de su gremio. ¿Qué aporta Bona a sus asociaciones sectoriales?

 

En las Asociaciones de tu sector hay que estar, sí o sí. Todo es mejorable, pero para tratar de mejorar las cosas, hay que estar dentro de las organizaciones empresariales. Un sector crece y mejora gracias a la crítica constructiva y proactiva. Sólo juntos y unidos podemos promocionar el consumo de productos de madera, fomentar las buenas prácticas tanto a nivel profesional como del consumidor, y protegernos de problemas comunes como son el intrusismo, la economía sumergida, el fraude fiscal o la morosidad, entre otros.