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SIKKENS lanza en España la garantía LONGLIFE de 12 años sin mantenimiento

Fabricante, arquitecto y consumidor final conocen y controlan la durabilidad de sus ventanas y puertas exteriores de madera.

LONGLIFE, by SIKKENS WOOD COATINGS es una herramienta para que el fabricante español de ventanas y puertas de madera que, en general, elabora un magnífico producto, pueda venderlo mejor en el mercado.

“A los mejores fabricantes, en ocasiones, les falta argumentario para dar valor añadido a su producto -observa José Luis Rivero, responsable de las ventas de SIKKENS en la Península Ibérica-. Es aquí donde AKZO NOBEL puede ayudar a este sector”.

Indudablemente, uno de los puntos débiles de la ventana de madera es su mantenimiento. Hoy en día, existen sistemas y productos que ofrecen garantías de un mantenimiento mínimo de la madera expuesta al exterior.

LONGLIFE es una garantía que se está implantando en toda Europa, y está ayudando a los fabricantes a vender más ventanas de madera. Es una garantía de 12 años sin mantenimiento, que se consigue gracias a la tecnología DURAFLEX, la cual otorga una mayor durabilidad a las ventanas de madera, lo cual supone una ventaja competitiva a defender frente a los cerramientos fabricados con otros materiales.

El sistema DURAFLEX funciona como una membrana de GORE-TEX®. El producto aplicado no permite la entrada directa de vapor de agua, y tiene una elasticidad que acompaña al movimiento dimensional de la madera. Esto es, minimiza la entrada de agua y, gracias a su elasticidad, hace que la película de revestimiento no se rompa. Con todo, el mantenimiento necesario se alarga en el tiempo.

SIKKENS y el fabricante de ventanas de madera se comprometen mediante contrato a realizar un seguimiento de calidad. “Es fundamental que el fabricante controle la calidad de su producto, seleccione una madera apropiada y realice un buen diseño de los perfiles, generando una solución constructiva de calidad y alta durabilidad -advierte José Luis Rivero-. Como es sabido, si el agua escurre correctamente, obtenemos a priori una durabilidad mayor. A todo ello se suman un transporte y una instalación correctos”.

En estas condiciones, las altas prestaciones de DURAFLEX, testadas y certificadas en las más rigurosas condiciones, hacen el resto.

La tecnología DURAFLEX se basa en la elasticidad. El producto se adapta perfectamente al material, ya que puede estirarse hasta 200 veces su tamaño real. Y también por su elasticidad, que perdura con idénticas caractarísticas a lo largo del tiempo, ofrece una gran resistencia al impacto y las rayaduras. Sirve para los acabados opacos, translúcidos y en colores, y está disponible en varios grados de brillo.

 

 

LONGLIFE va acompañado de un soporte de marketing que ayuda al fabricante a vender más ventanas. Una herramienta on line determina si hace falta ciclo de mantenimiento o no. El fabricante controla sus obras, el prescriptor tiene una garantía de durabilidad del cerramiento y cliente final sabrá cuándo requerirán mantenimiento las ventanas que ha adquirido. Entretanto, simplemente habrá que realizar una sencilla limpieza regular, como precisaría cualquier ventana fabricada con cualquier material. Gracias al kit de mantenimiento de SIKKENS WOOD COATINGS, esta tarea lleva muy poco tiempo; consiste en un limpiador especial y una crema de mantenimiento. Las ventanas se mantienen con una protección óptima y resplandecen nuevamente con su aspecto natural y un brillo renovado.

Sólo hay que introducir algunos datos de la obra a realizar: Ubicación, tipo de madera, orientación, acabado… El programa determinará una garantía, que se puede editar y emitir con el logotipo del fabricante. Todo lo cual agradará al arquitecto que se plantea incluir ventanas de madera en su proyecto.

La garantía de 12 años LONGLIFE es válida en toda Europa y empieza a contar a partir del momento de la colocación de las ventanas en la obra. Acredita al fabricante como productor de ventanas de alta durabilidad, justifica la prescripción del arquitecto y es un argumento definitivo para recuperar y consolidar la confianza del consumidor en los cerramientos de madera.

LOS BENEFICIOS DE LONGLIFE

  • Garantía de superficie con una duración máxima de 12 años (la normativa exige sólo 5 años).
  • Supervisión y cuidados mínimos por parte del cliente final.
  • Excelente revestimiento de superficie, con excepcional protección frente a la intemperie.
  • En las mejores ventanas, fabricadas por un especialista.
  • Uso de la madera como material de construcción renovable.
  • Muy buen aislamiento, y condiciones de confort térmico y acústico.
  • Las ventanas de madera tienen una vida útil de 60 años o más, si reciben el cuidado apropiado.
  • Gran selección de atractivos colores.