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BASOCO acierta de lleno con Hebrock

Con la chapeadora Hebrock AKV 3003 DK, BASOCO obtiene para sus muebles de cocina y baño acabados perfectos, sin necesidad de hacer ajustes a la máquina ni de limpiar tubos y obturadores, gracias a su calderín especial patentado con decantador automático.

BASOCO es un centro de bricolaje y ferretería ubicado en el barrio vitoriano de Arana que, además, diseña, fabrica y vende muebles de cocina, baño y armarios.

 

BASOCO confía plenamente en el asesoramiento y servicio de Maesma. Trabaja con dos escuadradoras Altendorf, y acaba de comprar una chapeadora Hebrock, con la cual realiza todo el trabajo de acabado de las piezas de sus muebles de cocina y baño.

 

Se trata de una Hebrock AKV 3003 DK, una máquina concebida para realizar de forma impecable el redondeado de las esquinas, canteando el panel en sus cuatro caras. Entre las principales peculiaridades de las chapeadoras de Hebrock destaca que disponen de un calderín especial patentado dotado de un sistema de decantador: la cola está en constante movimiento de forma que su calentamiento y liquidez son totalmente homogéneos. De este modo la cola nunca se quema, por estar en permanente contacto con las resistencias, como ocurre en otras máquinas.

 

Ubicado en una posición elevada, el calderín permite que el flujo de la cola siempre sea en el sentido de la gravedad. Siempre líquida, la cola pasa por el tubo sin obturarlo; algo que sucede en la generalidad de las chapeadoras de cantos.

 

Los motores de esta máquina, dotada de tupí a la entrada, trabajan a una velocidad de avance 10 metros por minuto, a 18.000 r.p.m. El acabado es muy bueno, y no se nota el paso de cuchillas.

 

El único repasado que requiere el canto es sobre el posible sobrante que pueda quedar sobre la superficie de la pieza, derivado a menudo a las condiciones variables de permeabilidad del tablero. Este residuo se retira fácilmente con la cuchilla rascadora de superficie, que retira el sobrante de cola y también el excedente de pvc que asoma por encima del tablero tras el ribeteado.

 

Para acabar la pieza sólo resta redondear la esquina cuando canteamos la pieza a cuatro caras. Para ello, BASOCO ha incorporado a la máquina un grupo redondeador de esquinas.

 

«Aparte de presumir de acabados, no tenemos que repasar ni limpiar nada -explica Diego Bombí, gerente del bricolaje vitoriano-. La máquina se ajusta sola y siempre alcanza una precisión absoluta. Es una máquina muy robusta y fiable, que ya ha hecho desde septiembre miles de metros».