Hay programas que permiten diseñar naves espaciales, complejas piezas mecánicas, elementos para la industria biomédica y, por supuesto, mucho más. Entonces, ¿es posible diseñar también muebles?
Absolutamente… sería una tontería pensar lo contrario.
Pero la verdadera pregunta que debes hacerte es «¿a qué precio?»
El coste es la simplicidad, la inmediatez.
Si compras un software pensado para diseñar turbinas de avión, para modelar sólidos en el espacio y lo quieres usar para hacer muebles, entonces no te extrañe que haya cientos de comandos poco intuitivos, que necesites muchos días de cursos de formación, etc. porque en realidad ese es un software nacido para ingenieros, no para carpinteros.
Además de tener que asignar de manera fija un empleado para utilizar el software, convirtiéndote de hecho en esclavo del propio empleado.
Es algo así como querer conducir por las calles de tu ciudad en un Fórmula1.
También puede darse el caso de que necesites toda esa potencia… porque las necesidades diarias de tu día a día, sólo las conoces tú.