A estas máquinas se suma una segunda tronzadora, la S 50 de DIMTER, que se incorporará en breve a la línea de producción, y servirá de pulmón para permitir realizar varios trabajos simultáneamente.
Experiencia en embalaje industrial
Tras casi tres décadas de actividad, EGUZKIALDE marcha desde hace dieciocho años al ritmo de su actual propietario, Juan Ignacio Zelaia. Esta empresa de Oñati fabrica cajas de madera, bases, jaulas, palets y piecerío para embalaje industrial.
«Hago mucho embalaje marítimo; desde 1 metro hasta 20 -afirma Juan Ignacio Zelaia-. Nuestro traslado a las nuevas instalaciones en Goribar Auzoa y la adquisición de las máquinas DIMTER y RAIMANN del Grupo WEINIG han sido decisivos para propulsar esta empresa hacia el futuro. Estamos dando servicio, calidad y tiempo récord».
En efecto, el gran valor de EGUZKIALDE ante sus clientes es la calidad de sus embalajes y la inmediatez en la entrega, ya que está operativa los 365 días del año. «El cliente no puede esperar, y el barco menos», afirma tajante Juan Ignacio Zelaia.
Gran salto tecnológico
«Nos faltaba una optimizadora -reconoce el propietario de la empresa guipuzcoana-. Esta máquina – la S 90 de DIMTER – te da velocidad en el tronzado, la optimización y la clasificación de la madera, así como calidad en el corte. Con la RAIMANN FlexiRip deshilamos la madera en sentido longitudinal de forma rápida, con un magnífico resultado. Con todo, hemos ganado mucho en producción y mejorado en la organización del trabajo».
«Había que mejorar -concluye Juan Ignacio Zelaia-. MAESMA nos ha asesorado muy bien, y de la mano de WEINIG hemos ganado en calidad, rapidez y seguridad. Hacemos más producción, pero a la vez somos más flexibles, de cara a poder atender simultáneamente diferentes pedidos. Y las máquinas son muy fiables; apenas requieren mantenimiento».
Hoy EGUZKIALDE sirve muchas más cosas, mucho más rápido. Antes fabricaba 90 embalajes mensuales de media como máximo, y ahora supera sin dificultad los 140. Lo que antes se cortaba en una hora, hoy se lleva sólo veinte minutos. Dotada de alta tecnología, esta empresa de Oñati casi dobla la producción, de una forma más sencilla y segura. Gana mucho tiempo, y el tiempo es dinero.
«Estoy muy contento -concluye Juan Ignacio Zelaia-. Con las nuevas máquinas estoy más tranquilo de cara al futuro de la empresa, porque mis clientes están muy satisfechos. Tenemos capacidad y versatilidad para lo que venga, y ningún reto nos asusta; por grande o complejo que sea el embalaje a fabricar. Esta maquinaria es fácil de usar y elimina los errores».
Modernizar su taller ha sido esencial para EGUZKIALDE. Las exportaciones de mercancías tiran en gran medida del sector de la madera. Y hay que estar preparado para poder competir en el mercado y dar la talla a la hora de fabricar y entregar lo antes posible a un cliente una caja, que sea el mejor embalaje para cada mercancía.