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Madera de castaño en interiorismo

Múltiples destinos y usos.

Los destinos y usos de la madera de castaño dependen de las dimensiones alcanzadas por el árbol. El mercado de madera de castaño de pequeñas dimensiones para apeas de mina, postes y estacas es actualmente muy reducido por lo que apenas tienen salida las trozas de menos de 20 cm de diámetro.

La utilización de madera delgada, tan abundante en el monte bajo de castaño en Asturias, puede buscarse en la madera laminada encolada (piezas estructurales de madera de grandes dimensiones fabricadas con tablillas pequeñas encoladas).

La madera de más de 20 cm de diámetro se destina al aserrado en general y las mejores trozas, de más de 40 cm, se destinan a la obtención de chapa por rebanado o por desenrollo.

Debido a su durabilidad y a su poca variación en volumen con los cambios de humedad, se usa en zonas húmedas, bodegas, establos y sótanos.

Se usa en carpintería, ebanistería y suelos de madera, ya sea en forma maciza o como chapa para recubrimiento decorativo de tableros. Su empleo como chapa ha producido una subida en los precios de los castaños sanos de fibras rectas, que son los únicos aptos para la producción de chapa.

Los precios del castaño en los lugares alejados de los centros de producción son elevados, utilizándose éste solo en ebanistería, carpintería fina, entarimados, escaleras de lujo, etc. Se exporta mucha madera gallega de castaño en rollo hacia Portugal, donde se destina a la industria del mueble.

La madera de castaño es una madera muy “estable o poco nerviosa” gracias a sus reducidos coeficientes de contracción volumétrica. Esta característica es muy importante cuando la madera va a estar sometida a importantes cambios de temperatura y humedad.

La absorción o pérdida de agua por parte de una madera debido a las variaciones ambientales da lugar a cambios dimensionales, hinchazón o merma. Esto ocurre en todas las maderas sin excepción, sin embargo los cambios dimensionales son mayores o menores en unas u otras maderas según los coeficientes de contracción volumétrica que tengan.

Cuando los coeficientes son reducidos se dice que la madera “mueve poco” y cuando éstos son significativos diremos que es una madera “nerviosa”.