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EUTR: Un desconocido conocido

La implementación del Reglamento de la Madera de la UE está a la vuelta de la esquina, pero aún quedan muchas preguntas sin responder.

Una de las piezas más importantes de la legislación que jamás ha afectado a la industria está empezando rápidamente a hacerse latente y sin embargo muchas empresas de la cadena de suministro de celulosa y papel parecen no ser conscientes de las consecuencias que traerá el nuevo Legislación Europea de Regulación de la Madera (EUTR).

 

La EUTR entrará en vigor el 3 de marzo de 2013, prohibiendo así la comercialización en la UE de la madera talada y producida ilegalmente a los operadores que incumplan este reglamento, enfrentándoles a severas sanciones.

 

La Comisión Europea, que supervisa la puesta en marcha del reglamento en los 27 estados miembro, tiene todavía mucho trabajo que hacer para ayudar a la industria a ajustarse a la nueva normativa, en particular, proporcionar orientación para ayudar a las empresas a entender su responsabilidad y las acciones que deben tomar éstas para estar protegidas. Sin embargo, mientras esperamos hasta octubre a que los grupos de interés puedan opinar sobre la orientación de la Comisión, sigue habiendo un proceso educativo clave y necesario para comprender cómo trabaja la EUTR, dónde encaja en las actuales normas de certificación voluntaria y cómo se contrasta el EUTR con la Ley Lacey de los EE.UU. así como los programas nacionales que implementan en todo el mundo los países productores de madera.

 

Con la introducción del EUTR, los operadores necesitarán ser más diligentes para minimizar el riesgo de entrada de madera ilegal en la UE. La EUTR también tiene disposiciones destinadas a facilitar la trazabilidad de los productos provenientes la UE, proporcionando así tranquilidad al consumidor final en cuanto al origen de los mismos.

 

¿Cómo se adapta la certificación actual a la EUTR?

 

Hoy en día únicamente el 10% de los bosques del mundo están certificados. Esto significa que sólo uno de cada 10 árboles se tala dentro de un sistema regulado a través del cual se realiza un seguimiento de los productos de la madera, celulosa y derivados para asegurar que éstos han sido producidos de acuerdo a un estricto conjunto de directrices. Sin embargo, esto no sólo incluye los árboles que son talados, sino que también representa el bienestar social y económico de las comunidades locales y de los individuos involucrados y afectados por el comercio de la madera.

 

Las certificaciones forestales se establecieron para ofrecer garantías de trazabilidad y legalidad dentro de la cadena de suministro de la madera. Las dos certificaciones forestales internacionales más reconocidas, el Consejo de Administración Forestal (FSC) y el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC), se han desarrollado simultáneamente en los últimos 20 años. Las certificaciones se inician en el punto de origen, dentro del bosque, y continúan a través de toda la cadena de custodia, por lo que el consumidor final tiene la garantía de comprar un producto responsable con el medioambiente.

 

La UE entiende que algunas fuentes de las que proviene la madera más allá de sus fronteras se consideran más peligrosas que otras. Sin embargo, es responsabilidad de los comerciantes de la UE que traen por primera vez productos derivados al mercado europeo, ejercer las «diligencias debidas» tanto para evaluar como para, si es necesario, mitigar riesgos. Cualquier operación relativa a productos ya sea bajo el FSC o PEFC dota a la UE de una cierta garantía de bajo riesgo para la gestión forestal y la cadena de custodia, pero la EUTR deja claro que la certificación por sí sola no es suficiente para evaluar que un producto tenga un riesgo insignificante. Cualquier comerciante que entre en el ámbito del presente Reglamento debe, como mínimo, tener acceso a la información descriptiva de los productos derivados de la madera y la madera en sí, los países de origen, las especies, la cantidad, los detalles del proveedor y la información sobre el cumplimiento de la legislación nacional.

 

La Ley Lacey de los EE.UU.

 

Las empresas que operan en los EE.UU. y la UE ya estarán al corriente de la Ley Lacey, que es el equivalente norteamericano de la EUTR. Estas dos leyes son muy similares, pero hay una diferencia clave. La Ley Lacey fue introducida en 1900 para prohibir el transporte de animales salvajes capturados ilegalmente a través de líneas estatales. Esta ley se ha modificado en varias ocasiones, la más reciente en junio de 2008, cuando el Congreso de los EE.UU. extendió la ley para las plantas, incluyendo la madera, el papel y otros productos forestales. Esto hizo que los EE.UU. fuese el primer país en prohibir el comercio de madera ilegal según las leyes del país de origen. Aquí es donde reside la principal diferencia con la EUTR.

 

Por ejemplo, Indonesia usará su propio sistema de legalidad de la madera como una garantía para asegurar la madera comercial y los productos de madera producidos, procesados y comprados en Indonesia. Esto incluye todas las exportaciones, ya sean o no destinadas a la UE. Indonesia empezó a poner en práctica su sistema de garantía de madera legal, conocido como SVLK, en septiembre de 2010 cuando se inició un programa de auditorías junto con el desarrollo de capacidades de toda la industria. Indonesia está ahora trabajando en la certificación de la madera revisada y los sistemas de seguimiento de modo que será capaz de conceder licencias de productos para la exportación antes de la fecha de entrada del EUTR, en marzo de 2013. Se están llevando a cabo procesos similares en torno a los productores de madera de todo el mundo, que sólo pueden apoyar la mejor gobernabilidad, el cumplimiento de la ley y la transparencia en el sector forestal, y promover la gestión sostenible de los bosques, contribuyendo así a la gestión activa de los impactos del cambio climático.

 

Momento de actuar

 

Mientras esperamos las próximas novedades de la Comisión, es imperativo que las empresas empiecen tomando medidas necesarias para garantizar que están llevando a cabo la debida diligencia dentro de su cadena de suministro, que se requerirá a partir del 3 de marzo 2013. Cada país de la UE decidirá cómo se supervisa la EUTR y también decidirán sobre sus propias sanciones en caso de incumplimiento. La importancia de que los negocios se hagan bien puede ejemplificarse con el hecho de que por cometer un delito «grave» relativo a la madera ilegal en el mercado de la UE se puede obtener una sentencia de prisión en algunos países, como es el caso Suecia.

 

A pocos días para la implementación del EUTR, es hora de que las empresas de todos los rincones de la UE se sienten, tomen nota y empiecen a actuar responsablemente, puesto que ahora hay mucho más en juego que antes.

 

Aida Greenbury, Directora de sostenibilidad y relaciones con stakeholders de Asia Pulp & Paper