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Biomasa para una ciudad rusa de 60.000 habitantes

La ciudad de Severoonezhsk, donde las temperaturas llegan hasta los 40 grados bajo cero, es calefactada con cuatro calderas de biomasa. El promotor de la instalación es Gazprom, el gigante mundial del gas.

Gazprom, una de las mayores compañías mundiales de energía, decidió utilizar calderas de biomasa para la calefacción de la ciudad de Severoonezhsk, en el noroeste de Rusia.

 

«Para este proyecto se instalaron 4 calderas Global de 6 MW cada una, que funcionan a partir de astillas con humedades superiores al 50% y que en la mayoría de los casos están totalmente cubiertas de nieve.» explica David Poveda, Director de Grupo Nova Energía, distribuidora en España de dichos equipos.

 

La ciudad de Severoonezhsk está rodeada de bosques en los que hay una alta actividad forestal. Son los residuos de esta industria los que alimentan las calderas.

 

«El antiguo sistema de calefacción funcionaba con fuel-oil», comenta Poveda. «Los camiones que transportaban el combustible hasta la cámara de almacenaje no podían ir demasiado cargados, ya que las carreteras de la región están construidas sobre permafrost y no soportan pesos elevados. Las tormentas de nieve en invierno hacían intransitables las carreteras de acceso a la ciudad.»

 

Ante esta situación, sólo se presentaban tres alternativas: construir un gasoducto, seguir transportando el combustible con varios vehículos o buscar un sistema alternativo que no precisara este método de transporte. Debido al elevado gasto que suponía la construcción del gasoducto y la necesidad de encontrar un sistema más económico y eficiente que el que se estaba utilizando, se optó por la tercera opción, que presentaba también la posibilidad de reducir las emisiones de CO2 en 26 mil toneladas anuales.

 

Además, la zona está rodeada de bosques y pueden utilizarse los residuos de los aserraderos locales como combustible. De este modo, se reduce en gastos al conseguir biomasa a coste 0, se ayuda a reducir el amontonamiento de residuos de madera en los vertederos y se crean nuevos puestos de empleo.

 

El combustible utilizado es una mezcla de desechos de madera con un contenido de humedad entre 30% y 50%, consistentes en astillas (un 2,7%), corteza (5,5%), serrín (52%) y otros residuos de aserraderos locales (39,8%).

 

La antigua instalación situada a unos 7 km de distancia del núcleo urbano y equipada con dos calderas de vapor y dos de agua caliente fue sustituida por una nueva planta más cercana a la ciudad y equipada con cuatro calderas Global de 6 MW cada una.

 

Sobre los equipos seleccionados, David Poveda matiza: «Las calderas están equipadas con quemadores de parrilla móvil para la combustión de los residuos de madera y han sido diseñadas especialmente para las condiciones únicas de esta instalación. La temperatura de salida de agua caliente es de 115 ° C y la presión es de 6 bar.»

 

La biomasa se almacena en una nave de 1500 m3 dotado con un sistema que alimenta a 4 silos de suelo móvil para cada una de las calderas.

 

«El proyecto de Severoonezhsk supuso el envío de 50 trailers para transportar los equipos a la zona. En España estamos trabajando en un proyecto de trigeneración que funcionará con biomasas similares. Se utilizarán calderas de aceite térmico que irán conectadas a turbinas Turboden para la producción de electricidad. Parte del calor en verano será utilizada por medio de una máquina de absorción para producir climatización.» comenta David Poveda.

 

El gran ahorro energético, de emisiones y la posibilidad de utilizar un residuo abundante en la zona ha sido clave para el éxito de este proyecto. El gobierno ruso, después del éxito de esta experiencia ya ha listado 400 otras posibles instalaciones de similares características.